10 Feb "If you think education is expensive… try ignorance"
Together we transform education
Son muchas y muy variadas las teorías que existen en el mercado deportivo sobre las universidades americanas, y muy escasa la información veraz que circula sobre qué futuro vivirán nuestros hijos si no se toma una decisión realmente contrastada antes de enviarlos a estudiar a una universidad norteamericana.
Existen una serie de factores claves que hay que tener en cuenta para asegurar el porvenir de nuestros hijos. Lo primero es saber que el índice de desempleo para los jóvenes recién graduados en
universidades top norteamericanas es casi inexistente.
Es decir, en un mundo en el que el desempleo se ha convertido en un grave problema del que ni las sociedades más desarrolladas escapan, los universitarios que hacen una carrera en algunas de las universidades top de Estados Unidos apenas lo sufren.
Subrayamos los siete aspectos claves en los que destacan las universidades top americanas para tenerlos en cuenta a la hora de decidir si enviamos a nuestros hijos a estudiar a una de ellas:
1. Lo primero que hay que valorar es el nombre y el prestigio de la universidad, que será clave para las empresas a la hora de decidirse por una u otra persona cuando contraten a un candidato.
2. En las mejores universidades americanas se fomentan hábitos en los estudiantes que les abren las puertas en empresas de prestigio y que atraen sobre ellos la atención de las principales corporaciones como facilidad para la oratoria, la lectura comprensiva, el razonamiento crítico y la escritura recursiva y persuasiva, lo que les permite abordar los problemas con la capacidad resolutiva necesaria para obtener soluciones eficaces.
3. Los mejores centros estadounidenses fomentan en sus alumnos la capacidad de concentración para alcanzar la máxima productividad, esto permite a los estudiantes cambiar de tarea constantemente sin perder concentración y sin mirar atrás para no distraerse.
4. La rapidez a la hora de ofrecer una respuesta y la capacidad para resolver problemas proactivamente, por complejos que sean, es otra de las características destacadas de los estudiantes universitarios.
5. Se les enseña a aplicar la diplomacia a la vida, a la vez que desarrollan un gran sentido del bien común. La universidad forma gente con capacidad de liderazgo que sepa moverse y trabajar en grupo.
6. Todo alumno independientemente de la carrera que haya estudiado puede ser entrenado para desempeñar cualquier trabajo si tiene las aptitudes arriba mencionadas, porque desde que llegan a la universidad las prácticas de trabajo son una parte fundamental de su formación.
7. Las mejores universidades asignan un mentor a los nuevos estudiantes que les ayudan a encontrar el campo profesional más adecuado y que a su vez les apasione más. También le ayudará
con la elección de las asignaturas más apropiadas, e incluso a encontrar un trabajo compaginado con los estudios en la universidad. La idea es que tengan una formación amplia en todos los campos.
En Europa, la carrera es lo primero que se mira a la hora de escoger una universidad para nuestros hijos y después nos fijamos en el nombre de la universidad. Es diferente en Estados Unidos, donde prima el nombre y el prestigio de la institución, y la carrera se elige en función de donde ha resultado admitido el estudiante. En Estados Unidos el alumno es admitido a través de un holistic approach (analizan todos los aspectos del estudiante y no solo las notas), mientras que en Europa el proceso está basado en un número y una nota media.
La preparación requiere tiempo para superar las pruebas académicas y las de idioma, y conocer mejor la cultura estadounidense. Si el expediente del alumno es bueno, las universidades conceden becas académicas que incluyen el coste total o parcial de la matrícula, el alojamiento y la manutención.
Muchos padres pueden hacerse la pregunta de ¿con qué tipo de alumnos se va a relacionar mi hijo si decidimos enviarlo a estudiar a Estados Unidos? Esta es otra cuestión importante.
Hay que tener en cuenta que el sistema norteamericano de High School es diferente al europeo y sobre todo al español. En Estados Unidos existen tres niveles académicos, y un alumno que se gradúa en el nivel más bajo de High School equivaldría a un 3º de la ESO en España. Imagínense a sus hijos con la ilusión de haber conseguido una beca deportiva yendo a la universidad con alumnos que nunca van a estar a su altura académicamente.
Las empresas conocen perfectamente estos niveles académicos y donde desembocan los chicos norteamericanos que terminan en los niveles bajo y medio de High School difícilmente serán contratados para ocupar puestos más allá de los escalones laborales de entrada de las empresas y con salarios mínimos
Un estudiante deportista que sobresalga más en lo académico que en lo deportivo, tiene más opciones de ser admitido en una universidad más prestigiosa y de obtener una beca más cuantiosa que la meramente tenística. Por esa razón, los resultados del SAT junto con las notas del colegio tienen un valor más importante que el nivel de tenis. Por ejemplo, en Harvard University y en muchas de las universidades top estadounidenses, si eres admitido y la renta familiar está en torno a 87.000 dólares anuales, el estudiante tendrá opciones de percibir un beca del 100% (estudios, alojamiento y manutención).
Pero la mayoría de becas que las universidades norteamericanas ofrecen a estudiantes extranjeros son parciales, es excepcional que la universidad les cubra el 100%. De ahí, la importancia de que los alumnos tengan un buen expediente académico, para poder obtener becas de mérito, ya que existe una gran demanda a escala mundial de estudiantes que buscan todo tipo de becas.
Las universidades de nivel medio bajo ya no ofrecen el ROÍ (retorno de lo invertido en educación en forma de trabajos con altos ingresos) lo suficientemente alto para ser consideradas por los americanos como una buena inversión para su futuro.
De ahí que la estrategia de las universidades de nivel más bajo para mantenerse a flote pase ahora por reclutar más extranjeros que desconocen el sistema educativo norteamericano y, por otra parte, contratar a entrenadores deportivos que sean capaces de reclutar atletas de todo tipo con el objetivo de tener un elevado número de deportistas por equipo, y para satisfacer la cuota de alumnos que se matriculan en dichos centros cada año.
Lo mejor y más prometedor con respecto a la educación de nuestros hijos está por llegar. En un mundo tan globalizado como en el que vivimos, elegir correctamente acerca de la educación de nuestros hijos es fundamental para que sigamos progresando. La rueda gira más deprisa al otro lado del Atlántico. Subámonos al tren para que nuestros hijos tengan un futuro más esperanzador.
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